Gobierno implementa nueva estrategia contra la violencia Yihadista
El 12 de septiembre del presente año, los grupos terroristas islamistas se encontraron en una violenta situación política por la impunidad con la que actúan, convirtiéndose en una parte importante en la pugna entre Rusia y el Occidente, haciendo de Malí el epicentro de la lamentable crisis que atraviesa el Sahel. La realidad era que, se provocó el terror en decenas de malienses que han tenido que huir.
Cifrada por la Organización No Gubernamental (ONG), alrededor de unas 370.000 personas fueron desplazadas de sus casas sobre una población de más de dos millones. Además de los grupos islamistas, se encontraban otros grupos de carácter étnico. En 2020 y 2021 este estado que ha vivido dos golpes de estado demostrando su ineficacia. Así mismo se debe sumar la participación de los sicarios rusos Wagner, conocidos principalmente por su colaboración en algunas matanzas como la de Moura, situada entre el 27 y el 31 de marzo de este mismo año, en la cual murieron aproximadamente 300 personas.
Esta situación fue calificada por Human Right Watch como la peor atrocidad cometida en el conflicto de Malí. Tras el golpe de 2020 que dispuso el presidente, las fuertes críticas a la estrategia de la lucha contra el yihadismo y el nuevo gobierno de Malí surgió esta catástrofe situación por la ruptura de París y Bamako. Las desigualdades aumentaron con los temas de seguridad con Rusia y la aceptación de ayuda ofrecida por Moscú.
A principios de este mismo año y tras décadas de una larga lucha de combate sobre el terreno al yihadismo, Francia inició la retirada de sus tropas y una nueva reconstrucción de su estrategia en el Sahel, provocando la rápida disminución de la misión europea del entrenamiento del ejército maliense, en la cual España contribuía desde el 2013.
Ahora se está produciendo un incremento de control del territorio de parte del yihadismo y gobernando una junta militar. Se urge la elaboración de una estrategia que sea efectiva contra la violencia yihadista. Debemos tomar en cuenta que si se ignora una situación similar es muy grave y no debería estar entre las opciones razonables (Dafne Montserrat Coronado Ramirez) (EL PAÍS).
